La máquina de gran porte circulaba en contramano por calle Gobernador Barreyro, los bocinazos de los automovilistas se escuchaban a varias cuadras, no era para menos, estaba en infracción.
El cambio de circulación de la calle Gobernador Barreyro fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante. Crearon una ordenanza del cambio de sentido en la circulación y dejaron una sola mano.
Se creó la ordenanza, automáticamente se cambió los carteles indicadores, pero alguien falló, no alcanza solamente con dar a conocer a la prensa y cambiar el cartel, tiene que haber apostados inspectores en la zona para la concientización del cambio. Tendrían que haber pintado las flechas en la calle, indicando el sentido de circulación y lo más importante hacer conocer a los chóferes del mismo plantel municipal.
Es una ordenanza, una ley creada por el poder legislativo de Oberá, mientras que falto aceitar desde el ejecutivo la concientización e información del cambio.
Alguien no hizo bien su trabajo y simplemente se creó una ordenanza para que se incumpla, dando el ejemplo, el maquinista de la municipalidad que sin preocuparse se metió contramano, incumpliendo la ordenanza, total, ¿quién les controla?