La pobreza que golpea en los asentamientos de Oberá
El asentamiento del barrio Gunther es la muestra de la pobreza en Oberá, con casas a punto de derrumbarse. Muchas familias toman agua de una vertiente contaminada. La historia de Griselda Figueredo es dolorosa porque vive de promesas incumplidas por el gobierno de la ciudad.
Por Luciano Ferreyra
Con lágrimas en los ojos, Griselda contó que tiene a 5 hijos a su cargo y que cobra la asignación universal, pero que no le alcanza para invertir en mejorar la precaria vivienda dónde vive. La preocupación es que la construcción está al borde de colapsar y teme que caiga sobre algunos de los niños.
Llegó al barrio hace 4 años, dónde se ubicó con los niños y vive para dar de comer a sus hijos, además de recibir ayuda de la sociedad para poder vestir y calzar a los niños, “no me alcanza para comprarles ni siquiera zapatillas nuevas”, explicó Figueredo.
El caso de Griselda es una muestra de que en la actual gestión solo prometieron soluciones y no cumplieron, “varias veces llegaron los asistentes sociales de la municipalidad, sacaron fotos y nos prometieron que iban a ayudarnos con esta casa que se está por caer, pero no cumplieron y la última vez hasta mis hijos esperaron y no llegaron, que no le mientan a los menores”, manifestó la vecina.
Problemática es mucho más profundo en los asentamientos de diferentes barrios de la ciudad, dónde carecen de conexiones a las redes de agua potable o de energía eléctrica y en el barrio Gunther se complica aún más por ser una propiedad privada y que ningún intendente pudo resolver la intrusión.