
Luego de los reclamos de los familiares que no podían inhumar a sus seres queridos en el Cementerio La Piedad de Oberá, el municipio dio marcha atrás con la decisión tomada el año pasado.
En noviembre del año pasado se aprobó en el Concejo Deliberante obereño, por pedido del ejecutivo, la prohibición de inhumar a quienes fallecían por Covid-19.
En conferencia de prensa, el Director de Asuntos Jurídicos, Matías Frick dijo que esto “merecía un tratamiento adecuado”. Por lo que se informó que bajo un estricto protocolo, el ejecutivo permitirá la inhumación en el cementerio local.












