
En la madrugada de este miércoles, en el límite entre los barrios 100 Hectáreas y San Miguel, muchas familias sufrieron una nueva inundación, a dos años de la última vez, todo sigue igual, con promesas y sin soluciones a la problemática.
Oberá es una de las localidades más afectadas por la lluvia, en la madrugada los vecinos decidieron romper un candado de una iglesia y refugiar a niños y parte de las pertenencias que se mojaban en la noche.
Sandra Vera, referente de tareferos del barrio San Miguel, contó que cerca de las 6 de la mañana de este miércoles vecinos tuvieron que romper el candado de una iglesia para poder resguardarse tras las intensas lluvias que ocasionaron la inundación en sus viviendas.
Además Vera especificó «a una señora la tuvieron que llevar al hospital porque se le cayó una heladera en el pie». La mayoría de los afectados se encuentran en la Iglesia y se necesitan ropa para chicos, mantas y toda colaboración de parte de la comunidad, expresó en La Radio de Oberá.
Vecinos de los barrios San Miguel y 100 Hectáreas de la localidad de Oberá vieron cómo el agua se llevó todas sus pertenencias en la madrugada de este miércoles cuando el arroyo que divide a los barrios aumentó su cauce.
Mientras que Delia, contó como sufrió en la madrugada, «a las 2 de la mañana ya tenía agua dentro de la casa y tapando la cama, tuvimos que salir, perdí todas mis cosas. Los chicos quedaron sin nada, llevó todo el agua. Después les llevé a la casa de mi hijo y cuando volví el agua ya no me dejaba entrar. Yo ya venía pidiendo un terreno para vivir en otro lugar pero no me quisieron dar”.