Solamente el discurso de la supervisora del nivel primario duro 5 minutos, para luego tomar la promesa de lealtad a los niños. Además hasta leyeron porque el presidente del Concejo Deliberante no estaba. Lamentablemente abanderados se desmayaban durante la hora y media de acto.
Más allá de la felicidad de los padres por que los niños prometen lealtad a la bandera Argentina, el acto fue extenso, por los discursos y agradecimientos que se leyeron en el acto.
El centro cívico Manuel Belgrano se llenó de niños, padres, madres, abuelos, todos felices. Porque le falto más celeste y blanco, con una ornamentación austera, pero por suerte la escuela 822 llevó unas banderitas para poner el color al acto.
Sin dudas que la poesía a cargo de la alumna Lizet Bonachok de la escuela 304, que además fue ataviada con los colores que nos identifican en la bandera fue lo más atractivo. Luego Bomberos Voluntarios repartieron chocolate y bollos para todos los presentes, que fueron preparados en la cocina centralizada de la municipalidad.
Sin dudas que debería ser una verdadera fiesta, pero a tener presente para el año que viene, un acto sin tantos discursos y si alguien falta que no mande textos, nadie nota ausencias, solo cargan de minutos para soportar parados en el frío.