Salud: “Es un aprendizaje que te lleva a comer mejor”
Tenía 28 años cuando le diagnosticaron que era celiaca, desde allí toda la familia y amigos se adaptaron a su cambio alimenticio. Más allá de tomarlo como una enfermedad, a Mariana Jacquet (34), le sirvió para encarar una lucha a favor de las personas que lo padecen y hasta logró que en Oberá se aprueben una ordenanza para que haya góndolas en los supermercados de forma exclusiva con alimentos libres de gluten.
Hoy Mariana no tiene problemas para hablar de los celiacos, desde que le diagnosticaron la enfermedad fue un aprendizaje constante, “fue raro para mí y para la familia, desde lo más simple, dejar de mojar el pan en la salsa, es un aprendizaje que te lleva a comer mejor a alimentarte con productos sanos”, empezó explicando a Netobera.
Deja en calo que no nació con la enfermedad, “yo no nací celiaca, se me despertó a los 28 años”, a partir de allí aprendió que no podía comer todo lo que quería y empezó la lucha para que en Oberá haya más información, “solamente el 10 por ciento de la sociedad sabe que padece la enfermedad y hace falta más información”.
Por este motivo presentó diferentes proyectos para que los supermercados tengan góndolas exclusivas con alimentos libres de gluten y para que los restaurantes y casas de comidas tengan un menú para celiacos.
“En Oberá están todos los supermercados con la obligación de adherirse al proyecto de las góndolas con alimento libre de gluten, los más grandes tienen bien señalizado, porque antes íbamos de shopping a los comercios”, expresó Jacquet.
Mientras que respecto a los bares y restaurantes, solamente algunos tienen carta con alimentos libres de gluten, en otros si le explicas a los mozos, los cocineros preparan platos especiales.
Además Mariana habló sobre el cambio de hábito alimenticio entre sus amigos y como comparten sin necesidad de complicar las reuniones, “a veces cuando se piden comida llevo mi vianda, pero es aprender a convivir, es hasta que uno tenga un familiar o amigo celiaco, pero a la gente todavía le cuesta no compartir utensilios porque contaminan nuestros alimentos”.