Oberá: en barrio Molina, preocupados por el avance de la droga y la delincuencia
Con el consumo de estupefacientes crecieron los casos de robos en el barrio obereño. Vecinos se convocaron y participaron de una reunión con jefes de diferentes comisarías de la ciudad. Sostienen que no denuncian por temor a represalias.La reunión con la fuerza de seguridad giró por varios ejes de preocupación, principalmente la seguridad, venta y consumo de estupefacientes, sumado a las amenazas de jóvenes con antecedentes policiales y judiciales.
El barrio Molina es relativamente nuevo en Oberá, dónde no todas las viviendas tienen medidores de energía propia, por ejemplo, porque están en tierras que se están regulando desde el Gobierno de la Ciudad. Hace poco más de dos años que la gente se instaló y por ende carecen de varios servicios.
En este contexto las familias trabajadoras están preocupadas por el avance de la venta de estupefacientes y los robos en la zona. En sus reclamos, los vecinos recibieron el apoyo de los presidentes de las comisiones vecinales de villa Blanquita, Villa Kindgren y barrio Stemberg.
“Nos reúne la preocupación por la inseguridad, necesitamos que se tomen carta en este asunto, están las familias que viven acá y se tiene que decir lo que pasa, además de aprovechar y denunciar si se quiere mejorar y vivir tranquilos”, dijo Carlos Acuña, presidente de la comisión vecinal de Kindgren.
Además de varios jefes de diferentes comisarias de la Unidad Regional II, y de la Brigada de Investigaciones, estuvieron referentes del gobierno obereño, quienes tomaron nota de los pedidos solicitados.
Desde la Policía, pidieron a los vecinos que hagan sus denuncias en la comisaria más cercana al domicilio, que en esos lugares tienen la obligación de atenderlos y darles respuestas.
«se llama a la Policía pero como no tienen nada para la venta, se retiran del lugar y no se desaloja y ellos siguen fumando», dicen los vecinos.
Les aconsejaron que tengan un grupo de WhatsApp, “ya que tienen las 24 horas los celulares encendidos y que utilicen para dar aviso si sucede algo extraño y hasta para llamar a la policía”, indicando que la unión servirá para cuidarse entre sí y dejar en claro que no quieren delincuencia en el barrio.
La queja de los vecinos contra la Policía es que «son los mismos jóvenes que son detenidos y a las pocas horas nuevamente se encuentran amedrentando el barrio». Además, contaron, se juntan en la zona de la plaza del barrio o en el playón deportivo de Villa Blanquita a consumir alcohol o estupefacientes, dónde «se llama a la Policía pero como no tienen nada para la venta, se retiran del lugar y no se desaloja y ellos siguen fumando».
En la reunión, explicaron las autoridades que “la Policía es auxiliar de la Justicia y no puede actuar en allanamientos sin orden judicial, pero que además, a ellos no les corresponde tener detenidos a menores, y que todo esta estipulado en la ley”. Aprovechando la presencia de funcionarios municipales, solicitaron que se gestione la instalación de alumbrado público en la zona «porque hay sectores que son peligrosos por la oscuridad».